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Consejos para evitar el agotamiento por calor al hacer ejercicio


Al acercarse la temporada de verano, resulta crucial tomar medidas para prevenir la deshidratación y las enfermedades relacionadas con el calor. Según los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), aproximadamente 300 estadounidenses fallecen anualmente a causa de enfermedades relacionadas con el calor. La mayoría de estas muertes podrían evitarse si las personas tuvieran un mejor entendimiento de los peligros asociados.

Todos estamos expuestos al riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con el calor, como el agotamiento por calor o el golpe de calor, si no nos mantenemos adecuadamente hidratados. Sin embargo, algunas personas presentan un mayor riesgo:

  • Aquellas personas que realizan actividades físicas, ejercicios o pasan mucho tiempo al aire libre.

  • Los adultos mayores.

  • Individuos con enfermedades crónicas (de larga duración) que toman ciertos medicamentos.

  • Personas con obesidad severa.

  • Aquellos que trabajan al aire libre, como albañiles y jardineros.

  • Atletas que se entrenan al aire libre bajo altas temperaturas.

  • Personas con una reserva cardíaca reducida, cuyos corazones no pueden adaptarse rápidamente a los cambios que ocurren en el organismo en condiciones de calor extremo, como el aumento de la frecuencia cardíaca. Las personas con insuficiencia cardíaca y los niños menores de cuatro años suelen tener una reserva cardíaca disminuida. Pueden deshidratarse fácilmente incluso estando en un ambiente caluroso dentro de una casa o al caminar al aire libre en clima cálido.

¿Cuál es la importancia y función del sudor? El cuerpo humano está compuesto por aproximadamente un 60% de agua, y solo alrededor del 10% de esa agua se encuentra en la corriente sanguínea. Gran parte del agua en la sangre puede perderse a través del sudor. Durante el ejercicio intenso en condiciones de calor y humedad, es posible sudar hasta tres litros, lo cual equivale a casi toda el agua presente en la corriente sanguínea. Para reponer el agua perdida en la sangre, el organismo extrae agua de los tejidos o utiliza los líquidos que consumimos durante y después del ejercicio.

En condiciones de baja humedad, el sudor se evapora rápidamente, por lo tanto, solo se requiere una pequeña cantidad de sudor para reducir la temperatura corporal. Sin embargo, en condiciones de alta humedad, el sudor tarda más tiempo en evaporarse de la piel debido a que el aire ya contiene una cantidad considerable de agua. Por lo tanto, cuando hay humedad, el cuerpo intenta enfriarse produciendo aún más sudor. Si no se repone el agua que el cuerpo pierde, se produce deshidratación.

Normalmente, el cuerpo se enfría aumentando el flujo sanguíneo hacia la piel. En personas sanas, el flujo sanguíneo hacia la piel puede triplicarse cuando hace calor. Sin embargo, en individuos con insuficiencia cardíaca, el músculo cardíaco puede estar debilitado y los vasos sanguíneos de la piel no siempre pueden dilatarse lo suficiente para eliminar el calor a través de la piel. Esto implica que para las personas con insuficiencia cardíaca es más difícil controlar la temperatura corporal.

Consejos para atletas: ¿Cuánta agua debería consumir durante el ejercicio? Realizar ejercicio intenso en condiciones de calor y humedad puede resultar desafiante e incluso peligroso. Sin embargo, es posible hacer ejercicio de manera segura en climas cálidos si se toman las precauciones adecuadas. Una de las medidas más importantes es mantenerse hidratado y reducir la intensidad del ejercicio en situaciones de mucho calor. Mantener el cuerpo hidratado durante el ejercicio ayuda a reponer el agua perdida por el sudor, previene la fatiga y mejora el rendimiento físico.

La sed no es el mejor indicador de la cantidad de agua que necesita el cuerpo, ya que la sensación de sed se presenta cuando el cuerpo ya está deshidratado. Además, la sed suele calmarse antes de que se haya reemplazado completamente el volumen de agua necesario en el cuerpo. Por lo tanto, es importante beber agua durante el ejercicio, incluso si no se siente sed.

La cantidad de agua que el organismo necesita para mantenerse hidratado depende del peso corporal, la temperatura corporal y el tipo de ejercicio realizado. Si uno se encuentra deshidratado después de una sesión de ejercicio, llevará tiempo reponer el agua en el cuerpo. Se recomienda beber varios vasos de agua a intervalos durante todo el día. Por lo general, uno se considera bien hidratado si produce una buena cantidad de orina incolora o de color amarillo muy claro un par de veces antes de acostarse.

Para sesiones de menos de una hora y media de duración:

  • Consuma aproximadamente 16 onzas (500 ml) de agua fresca o fría, una o dos horas antes de hacer ejercicio.

  • Tome alrededor de 16 onzas (500 ml) de agua fresca o una bebida deportiva, 15 minutos antes de comenzar el ejercicio.

  • Beba alrededor de 5 onzas (150 ml) cada 10 minutos durante el ejercicio.

  • Asegúrese de tener disponible aproximadamente 34 onzas (1 litro) de agua fresca por hora.

  • Consuma aproximadamente 16 onzas (500 ml) de agua fría o una bebida deportiva inmediatamente después del ejercicio.

Otros consejos y recomendaciones:

  • Use ropa holgada que permita la circulación de aire pero que lo proteja del sol.

  • Evite la exposición directa al sol. Protéjase con un sombrero, gafas de sol y protector solar.

  • No tome tabletas de sal, ya que estas aumentan la deshidratación al eliminar agua del cuerpo.

  • Prefiera agua fresca en lugar de agua fría, ya que el cuerpo absorbe más rápidamente el agua fresca.

  • Evite beber jugos o bebidas gaseosas durante el ejercicio, ya que contienen más del 10% de carbohidratos (azúcar) y no se absorben adecuadamente durante la actividad física. Puede optar por bebidas deportivas, ya que generalmente contienen menos del 8% de carbohidratos, pero evite consumir en exceso para evitar un consumo excesivo de calorías. En sesiones de ejercicio de menos de una hora y media, tanto las bebidas deportivas como el agua fresca son adecuadas para mantenerse hidratado. Las bebidas deportivas ayudan a reponer la sal y los minerales perdidos a través del sudor, aunque una alimentación equilibrada suele ser suficiente para este propósito.

Para personas con insuficiencia cardíaca:

  • Las personas con insuficiencia cardíaca y otras enfermedades crónicas no deben realizar ejercicio al aire libre en condiciones de calor y humedad extremos, debido a que su corazón tiene una menor capacidad de regular la temperatura corporal y pueden sobrecargarse. Además, muchas personas con insuficiencia cardíaca toman diuréticos para equilibrar los niveles de líquidos en el cuerpo, lo que reduce su capacidad de sudoración. En los meses de verano, puede ser necesario ajustar la dosis de los medicamentos debido a la reducción de agua en el cuerpo causada por el calor y la humedad. Las personas enfermas pueden experimentar agotamiento por calor y golpe de calor incluso estando en un lugar sin aire acondicionado, como una casa o un automóvil, o al exponerse demasiado tiempo al sol en días calurosos.

Enfermedades relacionadas con el calor

Las enfermedades relacionadas con el calor se producen cuando el organismo no puede refrescarse bien. El sudor es el primer mecanismo que tiene el cuerpo para refrescarse, pero, en algunos casos, no puede reducir la temperatura corporal lo suficiente. Las enfermedades tales como el agotamiento por calor y el golpe de calor son generalmente evitables, pero aún mueren muchas personas cada año de estas enfermedades.




Agotamiento por calor

El agotamiento por calor se produce en personas que están expuestas a altas temperaturas y no beben suficientes líquidos. Las personas con mayor riesgo de sufrir un agotamiento por calor son los ancianos, los niños, la gente con presión arterial alta y los que trabajan o hacen ejercicio en ambientes calurosos. En el agotamiento por calor, el cuerpo puede mantener una temperatura normal por un tiempo, pero sólo en detrimento de otras funciones del organismo. Sin tratamiento, el agotamiento por calor puede evolucionar al golpe de calor. En los atletas, el agotamiento por calor produce cansancio extremo y una reducción súbita del desempeño.

Los síntomas del agotamiento por calor incluyen

  • Sudoración excesiva

  • Palidez

  • Calambres musculares

  • Lengua seca y sed

  • Cansancio

  • Debilidad

  • Mareo

  • Dolor de cabeza

  • Náuseas o vómitos

  • Desmayo

Las personas que tengan estos síntomas o problemas cardíacos deben consultar al médico inmediatamente. Si ve que alguien comienza a tener síntomas de agotamiento por calor, retírelo inmediatamente del sol y llévelo a un lugar fresco. Quítele las capas de ropa que no necesite y dele agua o una bebida deportiva para reponer los líquidos que el cuerpo perdió. Si la persona no se siente mejor dentro de una hora, solicite atención médica.


Golpe de calor

El golpe de calor es una emergencia médica. Es poco probable que los atletas en buenas condiciones sufran un golpe de calor, pero los niños pequeños, los ancianos, los enfermos crónicos e incluso las mascotas pueden sufrir fácilmente un golpe de calor. El golpe de calor es un tipo grave de hipertermia (temperatura corporal muy elevada) y requiere asistencia médica inmediata. Dado que el mecanismo de enfriamiento del cuerpo ha sido abrumado por el calor y la deshidratación, la temperatura corporal puede ascender a 103 °F (39,5 °C) o más. Si la persona no recibe tratamiento inmediatamente, el golpe de calor puede dañar permanentemente los órganos del cuerpo, incluso el cerebro. En algunos casos, las personas que no reciben asistencia inmediata pueden morir.

Los signos y síntomas del golpe de calor incluyen

  • Temperatura corporal de 103 ˚F (39,5 °C) o más

  • Piel enrojecida, caliente y seca (ausencia de sudor)

  • Ritmo cardíaco acelerado

  • Dolor de cabeza intenso

  • Mareo

  • Náuseas

  • Confusión

  • Desmayo

Si cree que alguien tiene síntomas de un golpe de calor, llame inmediatamente al número de emergencias (911 en los Estados Unidos). Mientras espera la ambulancia, trate de refrescar a la persona afectada retirándola del sol y llevándola a un lugar fresco. Trate de refrescarla con cualquier medio disponible, tal como cubrirla con una sábana mojada, aplicarle compresas de hielo o colocarla en una bañera de agua fresca. De ser posible, ofrézcale agua para beber.

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